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jueves, 21 de marzo de 2013

Adentrándonos en las minas de Potosí

Mi hermano Paco me ha echado la bronca y con razón: "Que sepas que tu nuevo sistema de hacer una entrada para 2 semanas de historia es una mierda" me dijo el otro día por WhatsApp. De modo que voy a intentar hacer el esfuerzo de publicar con más frecuencia, como solía hacer antaño. Pero no prometo nada...
En el día de hoy, os hablaré de Potosí. La que dicen es la ciudad a mayor altitud del mundo (4060 msnm). Pero que si por algo es conocida, es por sus minas de plata, que la convirtieron en la ciudad más rica de América Latina allá por el siglo XVIII.

Vistas de Potosí desde el Cerro Rico.

Estas minas, que se extienden por las profundidades del Cerro Rico, fueron expropiadas a grandes empresas extranjeras en la década de los cincuenta y pertenecen ahora a cooperativas de mineros que se encargan de su explotación. Tal y como nos explicaron, hay 52 cooperativas donde la jerarquía consta de tres niveles: los peones (de 0 a 3-4 años de trabajo en la mina) forman el nivel más bajo y cobran el menor salario (desde unos 80-100 bolivianos al día, que serían como unos 10€); los segundas manos (de 3-4 años a 10 años de trabajo en la mina) que se quedan con un 70% de las ganancias generadas en la extracción y con eso (además de su sueldo) se encargan de contratar y pagar a los peones que trabajan en su equipo; y finalmente los socios, que tras 10 años de trabajo en la mina y con la aprobación de su cooperativa, obtienen un "pedacito" de mina para su explotación, llevándose el 30% de las ganancias.

El Cerro Rico.

En la ciudad se pueden contratar tours para visitar dichas minas, y en nuestro caso, también visitamos un ingenio. Los ingenios no son sino plantas de procesado del mineral. Hay unas 158 por toda la ciudad (concentradas en el barrio minero) y cuando llegamos allí, lo primero que se me pasó por la cabeza fue "debe de ser una broma" por lo rudimentario que se veía todo. El método utilizado para la extracción de metales, es la flotación. Primero trituran el mineral extraído y luego lo mezclan con un sinfín de reactivos (a cada cual más tóxico) para acabar en grandes piscinas de agua (imaginaos la toxicidad del agua), de donde se retiran los metales con un grado de pureza del 60-70%. Ésto es lo que se exporta. Lo trasladan en grandes camiones a Arica (Chile) y allí se embarcan rumbo a Bélgica, donde se finaliza el tratamiento para la extracción total de cada metal.

Aquí se tritura el mineral.
Aquí se mezclan los reactivos entre sí.
El corazón del ingenio: aquí se mezcla el mineral triturado con los reactivos.

Y os preguntaréis (al menos fue mi primera pregunta) ¿qué hacen con los residuos?. Antes los vertían directamente al río, me contestaron. Pero ahora ha mejorado mucho. Hace unos años vinieron grandes ingenieros del extranjero y construyeron grandes diques, así que ya solo se vierte como la mitad. o_0 ¡Nooooo, no puede ser! ¡Y encima me lo contesta todo orgulloso! Abajo del pueblo tienen unos 16 diques de cola donde van acumulando (sin tapar, a pleno sol) los residuos generados por todos los ingenios y que por supuesto no se tratan (solo se acumulan). Ahí ya se me revolvió el estómago. Pero aún nos esperaba lo mejor... nos dirigíamos al interior de las minas del Cerro Rico.



Dejamos atrás los ingenios y nos llevaron, equipados con el mejor sistema de seguridad (véase la foto), a la entrada de la mina del Rosario Bajo. Antes de llegar allí, el guía (un antiguo minero) dijo a todo el grupo: desde este momento, todo el mundo a mascar coca; es obligatorio. Y es que las hojas de coca es lo único que se consume en la mina (además de agua y refrescos), y es literalmente imposible ver a ningún minero que no lleve un carrillo lleno, como si de un rumiante se tratara. No importa lo que duren los turnos (en nuestro recorrido nos cruzamos con un socio que doblaba turno, llevando dentro 24h), allí no se come (demasiado polvo o suciedad), únicamente se masca coca.

Equipada para visitar la mina ;-)


Tomamos unas hojitas de la bolsa de coca que habíamos comprado en el mercado minero para regalárselo a los trabajadores, y nos las metimos a la boca. Ahora sí; comenzaba la aventura.

¡Allá vamos!

Nos adentramos entonces por los pasadizos de la mina. Los primeros 10-15 minutos, el suelo estaba lleno de agua y el barro succionaba las botas, haciendo que avanzáramos con torpeza. Viene de las filtraciones de las lluvias, me contestó el guía cuando le pregunté por el origen del agua. El cerro se ha perforado tanto que es como un queso suizo y cada vez se filtra más agua.

Recorriendo el interior de la mina.

Pero el agua acabó desapareciendo y pronto nos encontramos con el polvo, que ante el paso de la gente, hacía que una neblina permanente acompañara a nuestros pasos. Un pañuelo cubría nuestra nariz y boca, pero eso hacía (si cabe) más difícil respirar. Hubo un par de momentos donde de verdad sentí que me faltaba el aire, en los que necesité parar para recuperar el ritmo respiratorio. No olvidemos que, si la ciudad está a 4060 metros sobre el nivel del mar, el cerro está todavía 450-500 m más alto. El oxígeno de por sí es bastante escaso. Hay mucho polvo alrededor. El pañuelo dificulta la entrada libre de aire. Y las características de los túneles, en ocasiones, obligan a realizar ejercicios físicos un poco más demandantes de lo habitual (ej. caminar semi-agachados, o subir tres tramos seguidos de escaleras encajonadas en un hueco vertical). ¿Suena agobiante? No os alarméis, quitando ese par de veces, el resto de la visita fue normal. El guía mantuvo nuestras mentes distraídas contándonos todo tipo de historias y curiosidades sobre la vida en la mina. Además nos íbamos encontrando con mineros que estaban allí trabajando y nos contaban su vida (vimos chicos desde 16 años de edad, pero hasta se pueden encontrar niños de 10 años que van a ayudar a sus padres; nuestro guía empezó a trabajar en la mina ¡a los 14!).

A veces es un poco estrecha :-s


Durante el recorrido, también nos encontramos con algún refugio, que son zonas seguras donde se acude durante las detonaciones. - Ah, ¿que también hay detonaciones? - Sí, suelen ser entre las 11:00 y las 12:00, pero tranquilos, que no son potentes, sólo para hacer un agujerito. Las empezaremos a oir dentro de un rato; son como un ruido de "boom", pero no pasa nada. La cara de Celia (que tiene claustrofobia) era un poema.

Refugio en el interior de la mina.

La visita a la mina duró unas dos horas. Entramos por la mina Rosario Bajo y salimos por la mina Santa Elena. Todo el cerro está interconectado. Para no perderse, hay señalización en los túneles, aunque normalmente lo que se señala es cómo llegar a los "Tios". Los Tios forman parte de la superstición minera, y al igual que a la Pachamama (madre tierra), se les hacen ofrendas todos los viernes. Traducción: se va allí donde está el tío a beber lingotazos de alcohol de 96°, de los cuales, el primero se derrama al suelo: cuanto más puro sea el alcohol ofrecido, más puro será el mineral extraído.

Celia posando junto al Tío


Muy interesante todo, sí señor. Son muchísimas las cosas que vimos y oímos ese día. Me vais a disculpar que no lo cuente todo, pero la entrada del blog se alargaría eternamente (el tour completo duró unas 5h sin parar de contarnos cosas). Hay que ir allí y verlo por uno mismo. Vivirlo por uno mismo. La verdad es que la experiencia no te deja indiferente.
P.D. La ciudad de Potosí también es interesante de visitar, con su arquitectura colonial (es patrimonio de la humanidad por la UNESCO), sus numerosos museos (en especial la Casa de la Moneda) y sus iglesias. Muy bonita toda ella. Aunque yo me quedo con las minas por encima de todo (se nota, ¿no?) ;-)

Plaza 10 de Noviembre, Potosí.
Iglesia de Santo Domingo, Potosí.
Iglesia de San Lorenzo



 INFORMACIÓN PRÁCTICA PARA VIAJEROS


- TRANSPORTE

Para ir desde La Paz a Potosi, hay algunas compañías que operan por la mañana (9:00, 11:00, 13:00, etc) por unos Bs. 52-60 por persona. Nosotras viajamos en un autobús nocturno de la compañía Trans. Relampago que salió a las 19:30 y llegó a las 6:45 (en teoría llegaba a las 6:00), pagando Bs.30 por persona (semicama) más Bs.2 de tasa de embarque por el uso del terminal. El trayecto de noche es EXTREMADAMENTE frío. No basta con subirse el saco al autobús. Llevad varias capas de ropa (y no menos de 3 pares de calcetines) si no queréis que el frío os impida dormir.

Ya en Potosi, para ir de la nueva terminal de buses al centro, cogimos el micro E (el F también va al centro, así como cualquiera que pase por el Mercado Central) y pagamos Bs.1,30 por persona.

Para ir del centro a la antigua terminal de buses (para ir a Uyuni), se puede coger cualquier micro que ponga Terminal V. y también cuesta Bs.1,30.


- ALOJAMIENTO

En Potosi nos alojamos en Residencial Copacabana (calle Serrudo esquina con calle Chayanta), pagando Bs.25 por persona en habitación doble con baño compartido y ducha caliente las 24h (eléctrica). Sin WiFi ni calefacción. Dan manta extra si la pides (y es muy recomendable hacerlo pues la temperatura baja mucho por las noches).


- COMIDA

En el Mercado Central de Potosí se pueden tomar desayunos por la mañana (Bs.4) y almuerzos al medio día (menú por Bs.12). Por la noche abren muchas "broasterías" donde venden pollo frito (Bs.10-15), especialmente en la calle Oruro. También se montan muchos puestecillos de fast food (~Bs.5) en los alrededores de la iglesia de San Bernardo.


- OTROS

La entrada para extranjeros al Museo Casa de la Moneda cuesta Bs.40 por persona y Bs.20 más si se desea hacer fotos.

Los tours a las minas del Cerro Rico se pueden encontrar por Bs.60 (por ejemplo en Andes Salt Expeditions, en la calle Alonso Ibañez, 3; en la plaza 6 de Agosto), aunque la mayoría de agencias piden 80 de entrada. La agencia Big Deal Tours (calle bustillos, 1092, esq. Ayachco. Tfn: 71835516. Email: bigdealtours@gmail.com) pide Bs.100 por persona, pues es la única que incluye una visita a un "ingenio" o planta de procesado del mineral. A nosotras nos lo acabaron dejando en Bs.85, aunque de entrada dicen que no negocian el precio.
Importante llevar un pantalón cómodo (y no muy nuevo), camiseta de manga larga, recambio de calcetines y un pañuelo para taparse nariz y boca.

Se pueden encontrar lavanderías en las cercanías del mercado central. Nosotras fuimos a Lave•rap, en la calle Bolivar, 581 (entre c/Oruro y c/Camacho). Tfno: 6226814. Nos lo dejaron a Bs.8/kg de ropa. Entregan en el día.

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