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domingo, 2 de septiembre de 2012

Integrándonos en una familia china en Chengdu

Llevamos más de dos semanas en China y siento como si una gran barrera invisible nos separara de sus habitantes. Los tenemos muy cerca, estamos continuamente rodeados de ellos, compartimos nuestros asientos de tren con ellos, pero no somos capaces de salvar esa distancia que aparentemente nos separa. ¿Será por el idioma? No lo creo, en muchos otros países tampoco hablábamos la misma lengua y nunca tuvimos esta sensación con sus gentes. ¿Serán las diferencias culturales? Tampoco lo creo, no son mucho mayores que en cualquiera de los otros países que hemos visitado. Aunque cierto es que algunos comportamientos ampliamente aceptados aquí y que en occidente no estarían bien vistos, tampoco ayudan. ¡¿Qué es entonces?! ¡¡NO LO SÉ!! Solo sé que me provoca una gran frustración y que yo no me quiero ir de este país sin haber "conectado" con esta gente.

Así que decidimos probar suerte con couchsurfing, a ver si metiendonos en sus casas, en sus vidas, conseguíamos por fin entenderles. De modo que contactamos con una parejita joven de chinos residentes en Chengdu, y aceptaron alojarnos durante las tres noches que pasamos en esta ciudad.

Nos tiramos todo el viaje a Chengdu preguntándonos como sería la experiencia, y dudando de si realmente habría sido buena idea. Las casi 10 h de viaje se nos pasaron volando. Los paisajes desde la carretera fueron tan chulos como los de viajes anteriores, pero esta vez teníamos un plus añadido que los hacían más interesantes. En esta zona de China hubo un gran terremoto en el año 2008, y la carretera quedó enormemente dañada. Tanto, que la vía alternativa por la que ahora circulábamos (al lado opuesto del río de la que quedó inhabilitada) le añadía varias horas al viaje para cubrir el mismo trayecto. Los desprendimientos de piedras por todas las montañas aledañas aún eran patentes. Se veían edificios aplastados por las rocas e incluso tramos enteros donde la carretera había desaparecido por completo. La verdad es que nos impresionó casi tanto como el hecho de que el autobús circulara permanentemente rodeado de un enjambre de abejas. ¡¡Estaban por todas partes!!

Paisajes de las montañas entre Jiuzhaigou y Chengdu.
Carretera dañada tras el terremoto de 2008 (sorry, no hicimos ninguna foto mejor :-s)
 Por fin llegamos a Chengdu y nos dirigimos a casa de Jiankai y Qin con las indicaciones que nos habían pasado por email. Su recibimiento fue superhospitalario y consiguieron hacer de nuestra estancia allí, una experiencia inolvidable. Nos instalaron en una habitación para los dos solos, cocinaron para nosotros, nos facilitaron un montón de información sobre la ciudad y sobre como movernos por ella, nos acercaron en coche al centro por las mañanas cuando iban a trabajar, y por las tardes nos sacaban a conocer lugares. Nos presentaron a sus vecinos, a sus familiares e incluso ¡a sus compañeros de trabajo! ¡En todas partes nos trataban como auténticos reyes!
En casa de Qin y Jiankai
Una de las noches nos invitaron a cenar un hot pot en un restaurante enorme donde había mucho ambiente. Esa noche probamos cosas que jamás hubiésemos imaginado: sangre de pollo, estómago de vaca, raíz de loto (mmmm, ¡está buenísima!) y ¡hasta comimos tortuga!

Cenando Hot Pot

Paco saboreando la tortuga del Hot Pot
 Durante el día, mientras ellos trabajaban, nosotros nos dedicabamos a hacer turismo, jeje. Uno de los sitios que más nos gustó fue el centro de investigación de los osos panda. Este animal está considerado tesoro nacional en China, y es que quedan pocos miles de ejemplares en todo el mundo, siendo la provincia de Sichuan (donde nos encontramos) uno de los lugares con mayor cantidad de ellos. En esta especie de zoo gigante, exclusivo para los pandas, se dedican no solo a cuidarlos, sino también a reproducirlos en cautividad y a estudiar sus comportamientos. Está muy chulo y ¡los pandas son una monada!

Crías de panda gigante

Panda rojo
Otro de los lugares chulos que visitamos fue el Du Fu's Cottage, una especie de parque dedicado al poeta Du Fu (s. VIII) y que te transporta (sin salir de Chengdu) a un minipueblo lleno de zonas ajardinadas. Aquí dentro hay salas de exposiciones, museos, pagodas y muchas tiendecitas donde venden artesanía local. Se pueden ver incluso a varios pintores dejando fluir su arte a través del pincel, rodeados de decenas de miradas curiosas.

Du Fu's Cottage
En Chengdu también pateamos todo el centro, con la famosa estatua de Mao y el parque de la gente. Allí nos encontramos con un espectáculo callejero protagonizado por un grupo de espontáneos que no sabemos muy bien qué se habrían tomado porque ¡parecían totalmente colocados!


INFORMACIÓN PRÁCTICA PARA VIAJEROS

- Transporte: los autobuses de Jiuzhaigou a Chengdu creo recordar (sorry, no lo apunté) que salen a las 6:00, 7:00, 8:00 y 10:00h y cuestan 143¥. También hay uno a las 8:20 por 220¥ que imagino que será la versión VIP. El viaje dura un poco menos de 10h y te deja en la estación de Chadianzi aunque creo que después continúa hasta alguna otra estación posiblemente más dentro de la ciudad. Los autobuses urbanos en Chengdu cuestan 2¥ (nota: no dan cambio, llevar importe exacto).

- Alojamiento: nos quedamos en casa de Jiankai y Qin, a los que contactamos por couchsurfing.

- Comida: uno de los lugares más populares para ir a comer, es la calle peatonal Jinli Luto, junto al templo de Wuhou. Se pueden encontrar decenas de puestecillos con gran variedad de comida en uno de los lados de la calle. Allí llegas, miras, compras lo que te gusta de cada puesto y te sientas a comerlo en una de las múltiples mesas que hay al otro lado de la calle. El sitio donde cenamos el hot pot, lo siento pero no me quedé con el nombre ni la localización.

- Otros: la entrada al centro de investigación de los pandas es 58¥ por persona. Hasta allí llegan los autobuses urbanos 87, 198, 867 y 902. La entrada al templo Wuhou y al Du Fu's Cottage es 60¥ por persona cada uno de ellos. En temporada alta, hay buses gratuitos que conectan ambos lugares. También se puede llegar en el bus urbano 82 (6 paradas entre ambos lugares).

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