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viernes, 14 de septiembre de 2012

Curiosidades sobre China

Han sido tantas las cosas que nos han llamado la atención aquí en China, que nos gustaría hacer un resumencillo para compartirlo con todos vosotros.

- El agua caliente: aquí en China el agua caliente para beber es mucho más popular que el agua fría. En todas partes la tienen disponible para que la gente la consuma: en estaciones de tren/autobús, dentro de los trenes, en las cafeterías, en los hoteles/guesthouses/albergues. Es común encontrar grandes teteras de agua al fuego en las estufas de leña y varios termos alrededor para que nunca falte. ¿Y se la beben así sin más? Pues no, lo habitual es ver a la gente con una cantimplora transparente llena de hierbas flotando en líquido (tienen cientos de variedades de tés e infusiones). También usan el agua para preparar los famosos botes de noodles instantáneos.

Maquina dispensadora de agua en el aeropuerto de Kunming: se puede elegir caliente (por defecto), templada o fría.
- La comida: es alucinante la inmensa variedad de platos que se pueden encontrar en China. Me ha sorprendido especialmente todo lo que cocinan al vapor (¡me encanta!) y que para lo rica que es su gastronomía, no hayamos sido capaces de encontrar un dulce en condiciones :-s. Otra cosa que me alucina es la cantidad de comida que se tira. En la mayoría de resturantes ves a la gente pedir muchos platos para compartir y cuando se van, ha sobrado muchísima comida que se va directa a la basura (¡qué pena de desperdicio!). De hecho, cuando comes en familia y te terminas el plato, es señal de que te has quedado insatisfecho, cosa que no sabíamos cuando estuvimos en casa de Qin y Jiankai. Nosotros ahí todo llenos y sufriendo por acabarnos el plato por no parecer "impolites" y la pobre Qin insistiendo en que nos habíamos quedado con hambre y ¡dispuesta a meterse de nuevo en la cocina!


- Los gestos: una de las cosas que aprendimos nada más entrar en China y que nos resultó muy útil cuando nos movíamos por allí, fue cómo representan los números con las manos. Del uno al cinco los hacen como nosotros (levantando tantos dedos como indique el número), pero para hacer del 6 al 9 utilizan una sola mano en lugar de dos. El seis, por ejemplo, se hace levantando el dedo meñique y el pulgar; o el ocho, que se indica levantando el pulgar y el índice. Para representar el diez cruzan los dos índices a modo de cruz.

- Los supermercados: hemos flipado con todos los productos que venden envasados al vacío en raciones individuales (¡especialmente los procedentes del pollo!). También nos ha sorprendido ver que utilicen el espacio entre las barandillas de las escaleras mecánicas que suben y las que bajan como expositor de productos. Así mientras estás parado dejandote llevar, puedes seguir añadiendo productos a tu cesta de la compra ;-).

Todas las partes imaginables de un pollo, envasadas al vacío.
- La moda: creo que no había visto tal variedad de zapatos en toda mi vida junta como lo que se puede ver en un día paseando por una ciudad China. ¡Me tienen alucinada con lo que se llegan a poner en los pies! Otra cosa que nos llamó bastante la atención es ver a más de un/a chino/a llevando ¡gafas de pasta sin cristales! La verdad es que es curioso cómo llevan las gafas, pues sus narices suelen ser mucho más planas que las nuestras, ¡así que no se les apoyan en el puente!

- Los medios de transporte: lo primero que llama la atención aquí es ver lo extendido que está el uso de las motos eléctricas. Eso me ha parecido un gran avance, del que deberíamos tomar ejemplo. En las estaciones de tren y autobús, siempre hay que pasar el equipaje por el escanner; sin embargo, ¡nunca hay nadie revisando la pantalla! En lo que respecta a los trenes, hay un gran contraste entre los vagones de asientos y los de literas. La diferencia de precio no es tan grande, pero hay un mundo de distancia entre ambos tipos. Los vagones de literas nos encantaron, el problema, que como son tantísimos los usuarios, necesitas comprar el billete con varios días de antelación si te quieres asegurar una plaza. Por cierto, aquí fuman en trenes y autobuses :-(

Moto eléctrica. Nótese que no tiene tubo de escape ;-)
 - Internet: aunque en prácticamente todos los alojamientos (de cualquier precio) tiene WiFi para acceder a Internet, la mayoría de las paginas occidentales que usamos en el día a día para estar en contacto con familia y amigos las tienen censuradas (facebook, twitter, YouTube, muchos blogs, etc) y no se puede entrar. Aunque siempre existen truquillos que ayudan a acceder, como los VPN o las webs que redireccionan el servidor proxy (en www.myproxylist.eu van sacando a diario nuevas webs, aunque no siempre funcionan y cuando lo hacen van desesperadamente lentas).

- El GPS: comentar que la localización por GPS en China está por defecto desplazada algo más de medio kilómetro, con lo que usar el Google Map que te has descargado la noche anterior para tratar de orientarte en una ciudad con ayuda del GPS, en este país no es una buena solución. ¿La razón? No me acaba de quedar muy clara. Un friki vasco que nos encontramos en Xian, nos explicó algo así como que era una conspiración judeomasónica de los Chinos contra EE.UU., pero si os digo la verdad, su explicación técnica no la entendí muy bien. Preguntando al amigo Google, hemos encontrado alguna explicación en la línea de que es, lo mismo que con la censura de algunas webs, debido al gobierno Chino.

- Los baños públicos: de todos es sabido que en todo el sudeste asiático (al igual que en otras partes del mundo) se suelen utilizar como retretes unos hermosos agujeros en el suelo con dos plataformas laterales donde apoyar los pies. En China, también te los encuentras así, pero aquí además le dan una vuelta de tuerca más y no es raro encontrarse en las estaciones de trenes o autobuses la versión "canalón corrido" o directamente "sin puerta". En la versión "canalón corrido", como su propio nombre indica, te encuentras con un canalón largo por el que va corriendo el agua, donde pueden hacer sus necesidades varias personas a la vez. Normalmente hay unas paredes laterales (de altura entre el pecho y el tobillo) que delimitan las plazas individuales. En la versión más cutre, por supuesto no hay puertas; aunque la falta de puerta también te la puedes encontrar en los baños de agujero, sin necesidad de que sea un canalón. Estos baños los usan los adultos, porque los niños parece que tienen licencia para regar/abonar la calle en cualquier lugar y momento sin que a nadie le parezca raro. Recuerdo un día comiendo en un local del barrio musulmán de Xian, donde había una niña pequeña, al parecer, la hija de la cocinera. De repente la niña salió a la calle, cruzó la acera, se subió el vestido y se puso a plantar un pino. La madre que la vio, salió detrás con un pañuelo de papel. Cuando terminó la niña, su madre la limpió, dejó el pañuelito coronando la obra de arte que su hija acababa de crear y entró de nuevo a seguir cocinando. ¡Imagináos de cuantos colores se nos puso la cara! ¡No pudimos seguir comiendo!
Baño público masculino en la colina del león, Lijiang. Nótese que aquí el canalón solo lo tienen para deposiciones líquidas (a la izda). Para las sólidas, tenemos el famoso agujero en su versión "sin puerta" (a la dcha).
- Sanas costumbres: en prácticamente cualquier ciudad China es habitual encontrarse los parques públicos llenos de abuelitos practicando estiramientos. Son más comunes a primera hora de la mañana, pero se pueden ver durante todo el día. También es frecuente que en las plazas públicas, cuando cae la tarde, comience a sonar la música y se llene de todo tipo de gente bailando al unísono. Es genial!


- Otras costumbres (:-s): desafortunadamente, no todas las costumbres chinas son tan agradables de presenciarse como los bailes de la tarde. Aquí, pasear por la calle es presenciar de manera casi constante un gargajear estridente seguido de su correspondiente escupitajo. En los restaurantes, además el sorber y el masticar con la boca abierta es la práctica más habitual, así que los "conciertos de ruiditos" es algo con lo que hay que contar cuando se visita China. Otra costumbre suya, a la que tampoco nos acostumbraremos por muchos meses que pasemos aquí, es la de no respetar las filas, colarse delante de tus narices, o simplemente empujarte para entrar o salir de cualquier lugar como si les fuera la vida en ello. Para finalizar, está el tema de la basura. Es una pena ver como en muchos lugares tiran los desperdicios como si no existieran las papeleras. Que se comen/beben algo y vacían el envase, pues allí mismo que lo dejan, una pena la verdad.

Papeleras para residuos reciclables, no reciclables y líquidos (vamos, la escupidera) en el aeropuerto de Kunming.
- Los lugares turísticos: otra de las cosas que menos nos ha gustado es el desorbitado precio que cobran por visitar los parques naturales, monumentos y prácticamente cualquier lugar al que acudan los turistas. De nuestro presupuesto total en China, casi una cuarta parte se nos ha ido en pagar entradas, cuando en otros países suponía entre un cinco y un diez por ciento.

- Los extranjeros: una cosa que nos resultó bastante curiosa es que a los extranjeros no nos permitan comprar divisa que no sea china. Cuando intentamos cambiar yuanes por dólares para preparar nuestro viaje a Myanmar, en el banco no nos dejaban a menos que llevasemos un resguardo de haber cambiado previamente dólares por yuanes. Obviamente no disponíamos de ese recibo, pues todos los yuanes los obtuvimos tirando de tarjeta en los cajeros automáticos. Eso sí, nosotros a Myanmar nos hemos ido con nuestros dólares americanos (allí no tienen cajeros para sacar divisa local, así que hay que ir con metálico). ¿Que cómo conseguimos al final los dólares? Eso mejor os lo contamos en el próximo capítulo ;-)

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