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viernes, 22 de junio de 2012

Rumbo a Camboya: delta del Mekong.

Por fin emprendimos viaje a Camboya y para ello decidimos hacer ruta a través del río Mekong.
El viaje en cuestión ha de hacerse en dos días, debido a los horarios de las conexiones. En la primera etapa, se va en autobús desde HCMC hasta el pueblecito de Chau Doc; y al día  siguiente se pilla un barquito que va remontando el Mekong hasta el paso fronterizo de Song Tien y continúa en minibús hasta Phnom Pen, la capital de Camboya.

La primera etapa transcurrió sin incidencias. En el autobús viajamos con todo locales y en Chau Doc también agradecimos estar fuera del circuito turístico habitual, siendo de los pocos occidentales que se veían por la zona. La verdad es que se nota muchísima diferencia en el trató de la gente del país según estés en una ciudad turística o no. Y yo personalmente prefiero un millón de veces más lo segundo.


El siguiente día fue algo más entretenido. Aunque el día anterior desde el bus pudimos ir viendo casi todo el tiempo el río y cómo la gente hace su vida en él, no fue para nada comparable recorrerlo en barquito. Nada más zarpar, atravesamos un pueblo flotante de pescadores (lleno de casas-granjas de peces) y paramos para visitar otro pueblecito de una de las minorías étnicas allí asentadas. Después continuamos por uno de los canales del delta del río cuyas orillas estaban completamente colonizadas por pequeñas chabolas llenas de niños que nos saludaban con la mano. Durante las dos horas y pico de trayecto, se puede ver cómo hacen absolutamente de todo en el río: trabajar, refrescarse, lavar, asearse, jugar, etc.
Llegamos al paso fronterizo. El barco te deja en la parte vietnamita, pero después hay que recorrer por tierra un par de kilómetros hasta la parte camboyana. Si es temporada alta y hay suficientes turistas para justificar el gasto de combustible, se continúa el viaje en barco hasta Neak Loeang y de allí a Phnom Pen en autobús. Pero como sólo eramos cinco pringaos los que viajábamos ese día, nos tocó terminar el resto del viaje en minibus.

 
Concluimos así nuestro viaje por Vietnam. Y  comenzamos nuestra andadura por tierras camboyanas con un incidente en la carretera, para no perder la tradición, jeje. Como una hora antes de llegar a PP, comenzamos a oír un ruido metálico debajo del bus. Estamos arrastrando algo... y efectivamente! Paramos en la cuneta y comprobamos que el tubo de escape se había roto, pero sin llegar a desprenderse. Nos tocó esperar hasta que se enfrió lo suficiente para que, con ayuda de un tronco que no me preguntéis de dónde salió, el conductor y el copiloto consiguieran soltar el tubo y continuar nuestro camino hasta el destino final.

Tam biet Vietnam! Johm riab sua Camboya! :-)

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