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miércoles, 21 de noviembre de 2012

¡Qué feliz en Cherating!

- No sabemos cazar cangrejos - sentenció Paco sin pestañear.

Aún respiraba entrecortado por la falta de aliento que le provocó su última carrera por la playa. Estaba de foto, con un palo en la mano y las piernas llenas de arena, tras haber cavado un hoyo alrededor del agujero donde se escondía la presa que intentaba cazar.

- ¿En "serbio"? ¡Vaya por Dios! ¡Yo que quería cenar marisco esta noche! :-p

Cangrejito en la playa de Cherating
Así de ociosas pasamos las horas en este pequeño pueblo de la costa este de la Malasia peninsular. Solo buscábamos tranquilidad, para prepararnos mentalmente de cara al vipassana que comenzaríamos unos días más tarde. Y la encontramos!

Bungalows de nuestra guest house
Para nuestra sorpresa, el monzón aún no había hecho acto de presencia por estas playas, populares entre surferos en tiempos de mar revuelto. Así que pudimos disfrutar del sol y la arena entre chapuzón y chapuzón. No sabemos si fue por la falta de oleaje o por otro motivo, pero en este pueblo estábamos casi solos. Apenas vimos a gente paseando por la playa durante nuestros múltiples baños diarios.


Playa de Cherating
Lo que sí vimos fue el método que allí se gastan para la recolecta de cocos. Muy curioso, ¡sí señor! Sólo se necesita: un cubo, una cuerda y un mono. Se ata la cuerda al mono y se le manda para arriba de la palmera. Éste ha debido de ser previamente entrenado, para que así pueda hacer esto:


Por cierto, se me olvidaba mencionar para qué sirve el cubo... y es para que el dueño del mono no se canse de esperar de pie ;-)

Dueño del mono recolector de cocos, sujetando la cuerda que le une al mono y sentado en su señor cubo ;-)
Además, tuvimos la suerte de coincidir en la guest house con dos viajeros de los de toda la vida. De esos con los que uno podría tirarse horas hablando sin importar el reloj. Emma, o "la viajadera de los planetas", que vive en el camino desde hace 20 años y su actual pareja, Tomas, en ruta desde mucho antes que ella.
¡Qué tarde tan agradable en su compañía! ¡Qué historia tan interesante! ¡Y cuanta vitalidad desprendida!
Intercambiamos emails. Me gustaría mantener el contacto. Con lo pequeño que es este mundo, ¿quién sabe si volveremos a coincidir? Cruzo los dedos por ello... ;-)

INFORMACIÓN PRÁCTICA PARA VIAJEROS

- Transporte: en Kuala Lumpur (estación de Puduraya, a dos minutos andando de China Town) tomamos un autobús hasta Kuantan por unos 22 MYR. El trayecto lo operan varias compañías diferentes, así que hay varios al día. Tarda unas 3h30'. En Kuantan, se ha de coger otro autobús que te deja en Cherating en algo menos de 1h y cuesta 4,5 MYR.

- Alojamiento: nos quedamos en un bungalow con baños compartidos del Maznah Guest House, pagando 20 MYR por noche. El lugar es sencillo y básico, con personal muy agradable. Tiene cocina con nevera de uso comunitario y café/té gratuito para los huéspedes. También tiene WiFi.


- Comida: nuestros tres lugares favoritos para ir a comer fueron: 1) un puesto callejero de hamburguesas y perritos barato, llevado por una pareja musulmana; 2) el restaurante Matahari y 3) el Warung Ambak.

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