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martes, 29 de mayo de 2012

Para ser conductor de primeeeera … FRENAAAAAA!!!

Ayer os contaba como conseguimos negociar nuestro billete de ida a Laos, pero lo que nos os conté es cómo fue el viaje.

Resulta que la carretera que conecta Thanh Hoa con Sam Neua es como la típica comarcal que cogemos para ir al pueblo, o incluso algo peor. Para empezar, es prácticamente de un solo carril. Sin arcenes, claro. Y en gran parte de su recorrido está medio invadida por pilas de plantas de arroz recién cortadas, o montones del propio grano secándose al sol. El asfalto está lleno de socavones y las curvas son una constante durante todo el camino. Resultado: para hacer un puñado de kms, te tiras prácticamente el día entero.

Según habíamos leído en algún foro, el trayecto hasta la frontera duraba unas 6h. Luego allí se tardaban unos 45 min en pasar los controles de aduanas y gestionar el visado de entrada. El último tramo hasta Sam Neua se completaba con 2 horitas más de viaje.

Pues bien, llevábamos como unas 6h de viaje,cuando al entrar en una curva sin visibilidad, apareció un camión que se dirigía a toda velocidad hacia nosotros. Yo estaba sentada junto a la ventana y pude verlo todo como a cámara lenta. Los dos conductores frenaron al verse, pero no hubo tiempo suficiente para detener los vehículos y el camión acabó impactando de lleno en el lateral de nuestro autobús, tan sólo dos ventanas por delante de la mía. Al verlo venir, mi reacción fue la de protegerme con los brazos y tirarme hacia Verónica que estaba sentada en el lado del pasillo. Recuerdo su cara de susto al oírme gritar y avalanzarme contra ella, que sin saber qué estaba ocurriendo, no pudo sino imitar mis movimientos.

Lo demás pasó muy rápido. Se oyó la colisión y el ruido de cristales rompiéndose. De repente estábamos parados. Miré a mi derecha y la cabina del camión estaba justo a la altura del asiento de detrás del mio. Se ve que tras la colisión, nuestro autobús aún llevaba velocidad suficiente como para avanzar todavía unos cuantos metros saliendose de la carretera e invadiendo la cuneta. Suerte que en este tramo no había precipicio al lado, como en gran parte del camino!


La gente del autobús parecía estar bien. Sorprendentemente todos mantuvieron la calma y fueron bajando poco a poco a la cuneta. Antes de salir (estábamos sentadas casi al final) pudimos ver cómo el camionero también bajaba del camión. Menos mal! Parece que al final no ha habido heridos y se ha quedado todo en un susto.

Bajamos a la cuneta y nos fijamos en una madre que viajaba con 4 niños. El susto aún le duraba en la cara. Tanto ella como los niños estaban cubiertos por un polvillo de cristales y alguno de ellos tenía pequeños cortecitos en las piernas. Me sorprendió que ninguno llorara. Como tenían el pelo lleno de cristalitos, nos pusimos allí las dos manos a la obra a ayudar a quitarselos uno por uno. Parecíamos una auténtica familia de monitos desparasitándose los unos a los otros, como si estuvieramos en un documental de la 2.

notense los pollos en lo alto del autobus ;D

Mientras tanto, la carretera empezaba a colapsarse por otros vehículos que no podían pasar. La gente se puso a hacer llamadas con sus teléfonos móviles y pronto comenzaron a llegar motos para recoger a los viajeros del autobús. Por lo que vimos, en Vietnam, el orden de evacuación en caso de accidente debe de ser: primero mujeres y niños vietnamitas, después pollos y gallinas, y finalmente hombres vietnamitas y extranjeros, jeje.

Fuera bromas, el caso es que varios pasajeros fueron evacuados de allí y el resto permanecimos hasta que llegó la policía de aduanas (estábamos ya casi en la frontera) a sacar fotos y dar parte del accidente. Después de casi 2h de espera, finalmente retiraron el camión del medio de la carretera y el autobús pudo continuar su camino hacia Sam Neua. Esta vez con menos pasajeros y sin varias ventanas en un lateral ;-)

5 comentarios:

  1. joder vaya vivencias tia!!! menos mal que no paso nada!!! joee LARITA vas a poder escribir un libro a la vuelta!!!

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  2. Mientras llegan las fotos, completo la estampa visual: minibus, genta casi acinada, sacos de cebollas por los pasillos, cajas bajo nuestros pies, pasajeros fumando, por supuesto las únicas occidentales... y no faltó ni la jaula de pollos!!

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  3. Que fuerteeeeee. Q no decaiga el animo.

    Un beso

    Pablo

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  4. ah!!! tú sí que sabes divertirte!!!... ahora te seguiré más seguido.... solo espero que tus diversiones sean más "dentro de lo normal" je!... abrazos.

    Roberto

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  5. Vaya sustazo!!!Muy buena redacción,entretenida y fluida, una descripción perfecta de las andanzas quijotianas de dos occidentales por tierras vietnamitas.Yo os nominaria al nobel de literatura,..Bueno me dejo de gilipolleces y pasadlo bien y un beso mu grande!!!!

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