jueves, 18 de octubre de 2012

Los templos más eróticos de la India: Khajuraho

Khajuraho es un pequeño pueblo de la provincia India de Madhya Pradesh, al que acuden numerosos visitantes a contemplar los relieves "eróticos" de sus numeroso templos. De hecho, éstos se conocen como los del kamasutra, aunque todo sea dicho, visto uno, vistos todos ;-)






Con lo que yo me quedo sin embargo, no es tanto con sus templos, sino con todas las cosas que allí vivimos. Dejadme que os cuente...

Para empezar, llegar allí desde Orchha fue toda una odisea. La noche anterior a nuestra partida, nos intentaron vender la moto de que, por problemas en las vías (deslizamientos de tierras, trabajos de reconstrucción), el tren no circularía al día siguiente (para intentar hacernos contratar un conductor privado). Aunque desde el principio vimos claro que se trataba de un cuento "indio", nos dejaron un poco con la mosca, al contarnos la misma historia varias personas diferentes. Nos dio igual. Para la estación que fuimos, tempranito al día siguiente. Allí nos vendieron el billete hasta Khajuraho y nos metimos para el tren tan tranquilos.

Para variar, el tren iba a reventar.
Lo que no nos imaginamos es que tendríamos que cambiar de tren, pues nadie nos dijo nada y en el billete ponía claramente el origen y el destino. Nos pilló desprevenidos, así que nos tocó saltar del tren ya en marcha en la estación donde se hacía el cambio. Pero ¿qué pasa en la India cuando el tren para en una estación? Pues que la gente se baja a estirar las piernas, y cuando arranca lentamente, se vuelven a subir. Conclusión: que se formó un tapón en la puerta cuando todos querían entrar y nosotros nos enteramos de que teníamos que salir :-s. Consecuencias: a la pobre Silvia la acabaron haciendo rodar por el andén. A todo esto, ni siquiera sabíamos si a Luis y Paco, les habría dado tiempo a bajar por otra de las puertas del tren. Pero finalmente todo salió bien. Recuento de daños: la ropa blanca acabó negra y el pulso tardó en normalizársenos como cosa de media hora. Nada grave.

Cuando llegamos al pueblo (donde por cierto, TODO el mundo chapurrea español), la sorpresa vino de que nos estaban esperando. Sí, sí, como lo oís. Hasta se sabían nuestros nombres! Jajaja. La mafia que existe en India en torno al turista es de verdad increíble! Las noticias entre Orchha y Khajuraho llegaron antes que nuestro tren, jeje. Y tooooodos nos querían ofrecer alojamiento. Lo bueno es que al no ser temporada alta, nos salió bastante económico ;-)

Tras el check in y algo de comer, nos dispusimos a visitar algunos de los templos. Y no tardamos en generar un enjambre de locales a nuestro alrededor.

-Nosotros no queremos vuestro dinero, sino demostraros que no todo el mundo es igual en nuestro país - Algo así fue lo que nos digeron en un torpe español un grupo de veinteañeros que se empeñaron en no dejar de perseguirnos.
-Pues tenéis una dura labor por delante - les contestó Luis con gran incredulidad, mientras el resto asentíamos con lo cabeza.

Lo que no sabíamos entonces es que acabaríamos tomando el té en la casa de uno de ellos, bebiendo cervezas todos juntos por la noche e intercambiando historietas y anécdotas con todos ellos.

Aprovechando además la celebración del "Durga Festival", también cayó (efectivamente sin cobrar nada a cambio) un interesante recorrido nocturno en moto por los pueblos de alrededor (100% vírgenes de turistas) para saborear la variedad de altares y rituales propios de la festividad.


Motoreando por Khajuraho
Sobre este tema tengo que hacer un paréntesis. India será todo lo sucia y pobre que vosotros queráis, pero se pasan el día de festival en festival (el día que acaba uno, comienza otro). Y para esto, no creáis que se escatima un céntimo. Aquí no importa la cantidad de recursos que se necesiten emplear, que no van a faltar nunca altares, adornos, donativos, etc.



Durga Festival
Tampoco faltó el "family talent show" en un escenario que montaron en medio de la plaza del pueblo. Esa noche, decenas de niños salieron a bailar para deleite de todo el que por allí andara. Muy divertido, sí señor!


Tengo que decir, que yo me lo pasé genial en Khajuraho. Me habría quedado un par de días más de relax, pero en esta ocasión, el calendario si apretaba. Así que (para alegría de Paco, al que tanta "atención" le acabó saturando) proseguimos nuestro camino hacia un destino fuera de los circuitos habituales para el turismo extranjero: Chitrakoot.

Paco conteniendo sus ganas de matar a alguien ;-)
Varias fotos by Luis. Gracias, amigo! ;-)

INFORMACIÓN PRÁCTICA PARA VIAJEROS

Por problemas informáticos, hemos perdido parte de la información relativa a la India, por lo que esta sección podría ser incompleta/ inexacta (va todo de memoria, más de un mes más tarde).

- Transporte: cogimos un tren de la estación de Orchha sobre las 7:00-7:30 de la mañana (el tuktuk para los cuatro a la estación no recuerdo lo que nos costó, pero bien podría rondar las 100 rupias, tardando no más de 15-20 min). El precio del billete de tren, no lo recuerdo, pero sí que fue hipermegabarato (creo que no llegaban a 20 rupias por persona, general ticket, sin asiento asignado: esto es la guerra!). El cambio de tren creo que fue en Mahoba y la duración total del trayecto superó las 5h. El tuktuk de la estación a Khajuraho creo que rondó las 50 rupias.

- Alojamiento: nos alojamos en el Hotel Jain (tfn. 09425143652; hoteljain1964@yahoo.com; localizado en Jain Temple Road, cerca del grupo de templos del oeste). Posiblemente fue el de mejor calidad de todo nuestro viaje por India. Pagamos 175 rupias por cada habitación doble, siendo éstas de las VIP. La única pega es que no tenía WiFi.

- Comida: saliendo del hotel, en esa misma calle hacía la izquierda, como a 3 min andando, hay un restaurante local (Shivam restaurant) con precios más bajos que todos los restaurantes enfocados al turista extranjero.

- Otros: únicamente la entrada al grupo de templos del oeste requiere entrada (creo que fueron 250 rupias por persona). Para visitar los grupos del este y del sur no es necesaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario