miércoles, 30 de mayo de 2012

Primeros días en Laos: Sam Neua y Vieng Xai

Pues aquí andamos por Laos y estamos encantadas de la vida!

Llevamos un par de días en Sam Neua donde la gente es de lo más amigable y agradable que nos hemos encontrado hasta ahora. El ambiente del pueblo también se respira diferente, es más relajado y de buen rollo. Al menos aquí no tenemos la sensación constante de que nos intenten timar como contaba el otro día de Vietnam.

Finales de Mayo todavía es temporada baja y será por eso que no nos hemos cruzado a casi ningún occidental en el tiempo que llevamos aquí. Eso tiene sus ventajas. La gente se para por la calle para hablar contigo y se desviven en amabilidades. Pero también tiene sus inconvenientes, como lo que nos hemos encontrado hoy...

A tan solo 28 km de Sam Neua, se encuentra el pueblito de Vieng Xai. Esa zona es muy conocida por sus cuevas, donde vivieron miles de laosianos durante los años que duró la guerra por su independencia.

¿Sabíais que Laos es el país más bombardeado de la tierra? Las estadísticas cuentan que durante los 9 años de guerra se lanzaron una media de 2 millones de bombas al día, de las que el 30% no llegaron a explotar. Eso quiere decir que aún quedan bombas por todo el territorio causando accidentes, que se calcula tardarán unos 20 años en retirarse.


La visita a las cuevas es interesantísima y los paisajes de alrededor, impresionantes. El problema es que para llegar ahí desde Sam Neua solo hay unos pocos autobuses al día, pero si no hay suficientes pasajeros, se cancelan. A la ida no tuvimos ningún problema, pero para volver, ya fue otro cantar!

El mismo taquillero del centro de visitantes ya nos advirtió que podría darse el caso de que el último bus, programado a las 13:30, no saliera. En ese caso, tendríamos que esperar hasta el día siguiente para volver a Sam Neua o intentar hacer autostop. 'Does it work?' pregunto Verónica con excepticismo. Y obtuvimos un leve movimiento de cabeza afirmativo por su parte. Crucemos los dedos para que haya bus...

Pero la suerte esta vez no nos acompañó. Creo que debíamos de ser las únicas turistas visitando las cuevas hoy, así que la estación de autobuses también estaba vacía.
Total que a las 14:15, ya cansadas de esperar a ver si aparecía algún autobús (los retrasos son habituales, así que no perdimos la esperanza inmediatamente), nos encaminamos a la carretera principal. De camino encontramos un trozo de cartón que aprovechamos para rotular el nombre de nuestro destino. Alcanzamos la carretera y echamos a andar. Mojón indicando 28 km a Sam Neua. Dos km más tarde, sólo habían pasado tres motos y dos coches, pero ninguno nos paró. En su lugar nos sonrieron y saludaron con la mano. Menos mal que el sol no aprieta como ayer... Mira, otro coche se acerca... BINGO!!

Si es que esta gente es genial! Nos recogieron y nos acercaron a Sam Neua sin problema. Nos encanta este país! Esperemos que los próximos destinos sean tan geniales como este :-)

martes, 29 de mayo de 2012

Para ser conductor de primeeeera … FRENAAAAAA!!!

Ayer os contaba como conseguimos negociar nuestro billete de ida a Laos, pero lo que nos os conté es cómo fue el viaje.

Resulta que la carretera que conecta Thanh Hoa con Sam Neua es como la típica comarcal que cogemos para ir al pueblo, o incluso algo peor. Para empezar, es prácticamente de un solo carril. Sin arcenes, claro. Y en gran parte de su recorrido está medio invadida por pilas de plantas de arroz recién cortadas, o montones del propio grano secándose al sol. El asfalto está lleno de socavones y las curvas son una constante durante todo el camino. Resultado: para hacer un puñado de kms, te tiras prácticamente el día entero.

Según habíamos leído en algún foro, el trayecto hasta la frontera duraba unas 6h. Luego allí se tardaban unos 45 min en pasar los controles de aduanas y gestionar el visado de entrada. El último tramo hasta Sam Neua se completaba con 2 horitas más de viaje.

Pues bien, llevábamos como unas 6h de viaje,cuando al entrar en una curva sin visibilidad, apareció un camión que se dirigía a toda velocidad hacia nosotros. Yo estaba sentada junto a la ventana y pude verlo todo como a cámara lenta. Los dos conductores frenaron al verse, pero no hubo tiempo suficiente para detener los vehículos y el camión acabó impactando de lleno en el lateral de nuestro autobús, tan sólo dos ventanas por delante de la mía. Al verlo venir, mi reacción fue la de protegerme con los brazos y tirarme hacia Verónica que estaba sentada en el lado del pasillo. Recuerdo su cara de susto al oírme gritar y avalanzarme contra ella, que sin saber qué estaba ocurriendo, no pudo sino imitar mis movimientos.

Lo demás pasó muy rápido. Se oyó la colisión y el ruido de cristales rompiéndose. De repente estábamos parados. Miré a mi derecha y la cabina del camión estaba justo a la altura del asiento de detrás del mio. Se ve que tras la colisión, nuestro autobús aún llevaba velocidad suficiente como para avanzar todavía unos cuantos metros saliendose de la carretera e invadiendo la cuneta. Suerte que en este tramo no había precipicio al lado, como en gran parte del camino!


La gente del autobús parecía estar bien. Sorprendentemente todos mantuvieron la calma y fueron bajando poco a poco a la cuneta. Antes de salir (estábamos sentadas casi al final) pudimos ver cómo el camionero también bajaba del camión. Menos mal! Parece que al final no ha habido heridos y se ha quedado todo en un susto.

Bajamos a la cuneta y nos fijamos en una madre que viajaba con 4 niños. El susto aún le duraba en la cara. Tanto ella como los niños estaban cubiertos por un polvillo de cristales y alguno de ellos tenía pequeños cortecitos en las piernas. Me sorprendió que ninguno llorara. Como tenían el pelo lleno de cristalitos, nos pusimos allí las dos manos a la obra a ayudar a quitarselos uno por uno. Parecíamos una auténtica familia de monitos desparasitándose los unos a los otros, como si estuvieramos en un documental de la 2.

notense los pollos en lo alto del autobus ;D

Mientras tanto, la carretera empezaba a colapsarse por otros vehículos que no podían pasar. La gente se puso a hacer llamadas con sus teléfonos móviles y pronto comenzaron a llegar motos para recoger a los viajeros del autobús. Por lo que vimos, en Vietnam, el orden de evacuación en caso de accidente debe de ser: primero mujeres y niños vietnamitas, después pollos y gallinas, y finalmente hombres vietnamitas y extranjeros, jeje.

Fuera bromas, el caso es que varios pasajeros fueron evacuados de allí y el resto permanecimos hasta que llegó la policía de aduanas (estábamos ya casi en la frontera) a sacar fotos y dar parte del accidente. Después de casi 2h de espera, finalmente retiraron el camión del medio de la carretera y el autobús pudo continuar su camino hacia Sam Neua. Esta vez con menos pasajeros y sin varias ventanas en un lateral ;-)

lunes, 28 de mayo de 2012

Eufemismos que ayudan

By Vero

Saliendo de Hanoi, calor sofocante, sobre las 9 de la noche. Autobús cama para nuestro destino en las montañas de Sapa al norte del país. Nos esperan más de 10 horas de trayecto. Lara se levanta a coger algo de su macuto cuando veo un bichejo corriendo en su asiento.
Mierda! Cucarachas! Uff! Aaaaaaasco!!!

- Lara: eso era una cucaracha?
- Vero: No, no
- Lara: seguro?
- Vero: Sip...  era una mariposa

Y resultó que de alguna manera la repugnancia era algo menor... y ante las múltiples situaciones en las que la aversión aparece en el suroeste asiático, hemos decidido utilizar eufemismos.

Ya no hay cucarachas sino alegres mariposas, ni medusas sino delfines...  y eso que acabamos de ver corriendo en el barco seguro que no era una rata sino un lindo gatito...

¿Nos estáis intentando timar?

Creo que esta es la frase que más se nos ha pasado por la cabeza desde que empezamos el viaje. Yo que venía con idea de vivir relajada y aquí no te dejan bajar la guardia ni un solo segundo. Te ven cara de turista y todo el mundo intenta sacar el máximo provecho de ti... pero no siempre lo consiguen, jeje.

Esta mañana nos levantamos temprano para coger el único autobús que va desde Thanh Hoa hasta Sam Neua, ya en Laos. Llegamos a la estación de autobuses, localizamos el bus que iba a nuestro destino y preguntamos al conductor por el precio del billete. El hombre amablemente se sacó la billetera y nos enseñó 600.000 dongs levantando un dedo indicando que el precio era por una persona. ¿¿¡¡Nos hemos vuelto locos o que!!?? Ayer por la mitad de kms pagamos menos de una cuarta parte!.

Le intentamos bajar el precio, pero insistió en su cifra inicial, así que le dijimos que no y nos dimos otra vuelta para ver qué más destinos se nos ofrecían. Nos acercamos también a la taquilla y de entre todos los carteles escritos en ese idioma tan extraño conseguimos descifrar que el billete a Sam Neua costaba 250.000 dongs. Qué morro tiene el tío!!

Le hicimos una foto al cartel y fuimos a enseñársela, pero en lugar de darnos la razón, cogió tranquilamente un boli y escribió el precio 'oficial' y al lado el año 2011. Después  puso 2012 y el precio que nos pedía... La carcajada se debió de oir en España! Ni de coña pensábamos pagarle 600.000 dongs!

Nos sentamos junto al bus y yo me fui a buscar algo para desayunar. Cuando volví, a Vero ya le habían rebajado el precio a 500.000 dongs por persona... Aún estabamos lejos de lo que estabamos dispuestas a pagar.

Continuamos allí sentadas y se nos acercaron un par de veces más a intentar negociar o simplemente a entablar conversación (no hablaban ni una sola palabra en inglés!), pero como seguíamos en nuestras trece de no pagar lo que pedían, cogieron y 15 min antes de la hora de salida se montaron todos en el bus y salieron de la estación.

Bueeeeno, pués parece que hoy no iremos a Laos. Vamos a ver si encontramos un bus que nos lleve a la playa, que parece que se ha quedado buen día ;-). Y cuando ya teníamos la mochila cargada, aparece un hombre diciendo que nos lleva a Sam Neua por 400.000 dongs cada una.

Nos miramos y sacamos de la cartera un billete de 500.000 dongs diciéndole que le dábamos eso por las dos, que no teníamos más dinero que eso y unos tristes 31.000 dongs que aún nos sobraban para comprar agua para el viaje. Aunque inicialmente nos dijo que no, finalmente tras consultarlo con otro hombre, nos vino a buscar y aceptó. Nos cogió el dinero y nos llevó a doblar la esquina donde el autobús se había parado a esperarnos lejos de nuestras miradas... Los muy cabritos lo intentaron hasta el ultimo momento!! A nosotras, como no teníamos prisa, nos daba igual si nos teníamos que quedar un día más en Vietnam, pero cuántos pobres turistas con el calendario de viaje ajustado habrán tenido que pagar el timo del autobusero?!

Otras veces seguro que nos habrán timado en este país, pero hoy podemos decir orgullosas que hemos ganado la partida! XD

domingo, 27 de mayo de 2012

Bahía de Ha Long y comenzamos a bajar...

Tras nuestra excursión a Sapa, regresamos a Hanoi, donde habíamos contratado un tour de dos días y una noche en la bahía de Ha Long, el lugar turístico por excelencia de Vietnam. A pesar de ser un hervidero de turistas, nos gustó bastante. Además, fallaron las predicciones de lluvia. Nos hizo muy bueno, pudimos darnos un bañito a media tarde y hasta hacer un poco de kayak.



Se suponía que tras el tour, volveríamos a Hanoi, pues se incluía el transporte de ida y vuelta, pero se nos presentó la opción de parar en la estación de autobuses de Ha Long city y decidimos improvisar el comienzo de nuestra ruta a Laos.

La idea inicial era haber cogido en Hanoi un bus hasta Thanh Hoa, pero cogiendolo en Ha Long nos ahorraríamos casi 3h de viaje. El problema: que desde Ha Long solo había un bus al día a Thanh Hoa y era a primerísima hora de la mañana, así que o cambiábamos de destino, o hacíamos una noche más en Ha Long.

Finalmente, nos decantamos por ir a Ninh Binh, que está a tan solo 60 km de Thanh Hoa, y con un poco de suerte, hasta quizás encontrábamos conexión directa con Sam Neua, nuestro primer destino en Laos.


Tras cuatro interminables horas de bus, llegamos a Ninh Binh, pero la estación de autobuses ya estaba cerrada y no había manera de averiguar si podríamos ir desde allí al día siguiente a Laos por la frontera que queríamos. Preguntamos en un par de agencias de viaje, pero nos insistieron en que no existía transporte por la ruta que queríamos. La alternativa que nos ofrecían era un autobús del infierno que seguía bajando hacia el sur de Vietnam para cruzar a Laos más abajo, haciendo un total de 20 horas de viaje.

No señor! Nuestra ruta existe, aunque no salga en la "Lonely" nos hemos documentado y es lo que queremos hacer. Quizás desde Ninh Binh no salgan buses a Sam Neua, pero sabemos de buena tinta que desde Thanh Hoa sale uno a las 8 de la mañana. Vámonos p'allá entonces!

Cargamos mochilas de nuevo, y nos dirigimos a la carretera principal donde nos había dejado el bus. Allí habíamos visto que continuamente pasaban minibuses con múltiples destinos y ya que la estación de autobuses estaba cerrada, había que probar suerte.

Y la tuvimos! Nada más llegar, pasaba un minibus a Thanh Hoa. Nos montamos casi en marcha y nos dispusimos a negociar precio (aquí todo se negocia, que de entrada siempre se columpian mucho con los precios). Para variar, el cobrador no hablaba ni una sola palabra de inglés, e intentó colarnos un precio mayor de lo previsto. Suerte que un pasajero vietnamita nos hizo de traductor y conseguimos rebajar algo el precio.

Al final llegamos a Thanh Hoa a la misma hora que si hubiésemos ido por Hanoi y pagando bastante más. Pero la emoción de ir improvisando nuestros movimientos por territorios nada turísticos y las risas que nos echamos el resto del viaje con nuestro traductor, merecieron la pena ;-)

viernes, 25 de mayo de 2012

Las montañas del noroeste de Vietnam, Sapa

Tras un par de dias en Vietnam, nos dirigimos al norte en busca de un clima más fresco. Pillamos un autobus nocturno de unas 11h de recorrido que resultó ser toda una experiencia (mejor no entro en detalles, jeje).

Llegamos a Sapa al día siguiente, y allí fijamos el centro de operaciones desde el que hicimos varias excursiones. Ese mismo día visitamos el pueblo de Cat Cat en lo que creimos que sería un trekking de varias horas pero que terminó  siendo un paseillo por un pueblo (calle) lleno de puestecillos de artesanía y venta de bebidas para turistas. También tenían una cascada y un mini-teatro donde vimos un espectáculo de danzas tradicionales que estuvo bastante curioso. De ahí volvimos a Sapa disfrutando de las vistas de los arrozales y de los H'mong que los cultivan con ayuda de sus bueyes.

Al siguiente día hicimos un trekking más largo e interesante. Desde Sapa fuimos hasta Ylinhho village y comimos junto al río Muong Hoa. Luego nuestra guía nos llevó hasta su casa construida solo unos meses antes y nos presentó a su familia. Según nos contó, en las casas H'mong suelen vivir todos juntos en familia, pudiendo llegar a juntarse hasta 15-17 personas bajo un mismo techo. Las casas como os podréis imaginar son de lo más rudimentario (básicamente 4 paredes de cáñamo entretejido y un techo como de piedra) y los pueblos están llenos de crios jugando llenos de barro. También es frecuente cruzarse con toda una gran variedad de animales sueltos pastando a sus anchas: gallinas, patos, cerdos, etc.


Tras la pausa  continuamos hasta Lao Chai y alli cenamos e hicimos noche en un "home stay" (turistada). Esa noche llovio, así que al día siguiente tuvimos una divertida pista de patinaje para  llegar a Giant Ta Chai entre bosques de bambu y terrazas de arrozales ;-)

Ese fue el último trekking, puesto que al día siguiente la lluvia no nos permitió salir de Sapa, así que pillamos de nuevo el "super-autobus" nocturno para continuar nuestro camino.

Las predicciones de los próximos días siguen dando lluvia y más lluvia... Cruzamos los dedos para que aún no se haya instalado el monzón y todavía podamos ver el sol algún día antes de abandonar Vietnam.

jueves, 24 de mayo de 2012

Hanoi, primeras impresiones de Vietnam

Ya estamos en Vietnam, y como no podía ser de otra manera, comenzamos la aventura en su capital, Hanoi.
Creo que no merece la pena que os cuente los lugares de interés a visitar por cualquier turista, que eso ya aparece en cualquier guía de viaje, o en Internet, así que mejor os cuento nuestras primeras impresiones ;-)

Lo primero que me llamó la atención es que a los turistas, todos los precios nos los negocian en dólares (y también te los aceptan como medio de pago). El euro es mucho mas difícil que te lo acepten, pero se cambia sin problemas.

Otra cosa que me sorprendió (y muy gratamente) es que, a pesar del calor y de que la ciudad está llena de lagos, no vimos ni un solo mosquito; ni siquiera en las horas clave de amanecer/ atardecer.
El calor sí que es agobiante y eso que no estamos en la peor época del año. Aunque para agobio, la experiencia de intentar cruzar la calle, llena de coches y sobre todo motos que avanzan como un enjambre enfurecido.

Callejear por el "old quarter" es de lo más curioso. Allá donde mires, encuentras gran cantidad de contrastes. Delante de una tienda de antigüedades de lujo, te puedes encontrar perfectamente a una anciana en la acera con su puestecillo de venta de pescado, consistente en un barreño lleno de agua donde nadan cuatro peces. Eliges el que te gusta, allí mismo le corta la cabeza y te lo llevas puesto envuelto en una hoja de papel reutilizada.

Las calles están absolutamente infestadas de comercios y puestos callejeros, pero curiosamente es difícil ver a gente dentro comprando. En su lugar puedes ver a los dependientes echandose una siesta en el suelo, comiendose unos noodles o haciéndose la manicura.

La comida es genial, nos estamos pegando unos festines por dos duros, que ya quisiéramos en España. La cerveza vietnamita tampoco está nada mal ;-)
Y la gente, pues que deciros? Salta a la vista que somos occidentales, así que continuamente nos "asaltan" por la calle para ofrecernos cualquier cosa. Cierto es que no son tan agobiantes como en Marruecos o en la India, ni siquiera en el regateo... vamos, que de momento lo llevamos bastante bien :-)

sábado, 19 de mayo de 2012

Y al fin llegó el momento!

Estas últimas semanas han sido una locura, creedme.

Desde que escribí por última vez, he dejado el trabajo (un beso a mis compis de Novartis), he  dejado el piso en Madrid para trasladarlo todo a casa de mis padres en Burgos (un millón de gracias a todos los que me ayudasteis con la mudanza y especialmente a mi familia por "re-acogerme"), me he graduado (otro beso para mis compis del máster) y he relizado todo tipo de "actos de despedida" incluyendo algun viajecito y una estupenda fiesta de disfraces (cómo no, beso también para todos los que vinisteis y para los que no pudisteis venir). Todo esto sin dejar de tramitar visados, vacunas, equipajes, empadronamientos, hacienda, bancos, papeles y más papeles... :-s

Pero al fin llegó el día, y me encuentro ahora mismo en el avión rumbo a Moscú donde realizaré la escala que me lleve a Hanoi. Allí me encontraré con mi buena amiga Vero, con la que compartiré tres semanitas viajando a lo largo y ancho de Vietnam y Laos. Si todo va bien, os escribiremos desde allí contando nuestras primeras aventuras.



Aaaaaaay!! Cuánto os voy a echar de menos!! Un beso enorme para todos y nos vemos en la red ; -)